"El agradecimiento es la memoria del corazón” es la hermosa
frase de Lao-Tsé que he escogido para darle vida a Trece Tréboles.
Son muchas las reflexiones personales que existen en torno a la misma y
quiero aprovechar esta entrada para compartir con vosotros las dos ideas que
más me han gustado.
Una de ellas refleja una actitud de vida que intenta conciliar cerebro
y corazón, significando que hay veces que nos empeñamos en recordar más aquello
que nos lastimó, que en aprovechar todas las posibilidades que se nos brindan
cuando olvidamos ese recelo y estamos más abiertos. Entre esas oportunidades… el
agradecimiento, siendo una clara manifestación de un corazón activo que valora
los pequeños detalles en cada latido. Fuente
La otra tiene que ver con la sensación de bienestar que nos produce
poder retribuir de alguna manera lo que recibimos de los que nos rodean. Dar
las gracias hace saber a quien las recibe que estás contento y/o conforme por algo
que te ha dado, material o no. Ser agradecidos tiene entonces un doble y mágico
efecto positivo, en el emisor y en el
receptor de “las gracias”. Fuente
A menudo la gente que me conoce me dice que tengo mucha memoria (a
veces también me he planteado si eso es positivo o no…), pero por supuesto que
ese comentario es referido a la memoria como facultad de retener y recordar y aunque
podamos mejorarla nos viene más o menos dada. En cambio, la del corazón, somos
nosotros mismos los que elegimos desarrollarla y disfrutarla y eso… ¡me
gusta!.. porque solo yo decido que mi corazón no sea menos que mi cerebro.
Este blog quiere ser también un instrumento de memoria… de ambas
memorias; un lugar que nos regale bonitos recuerdos, por los que poder estar
agradecidos y que nos hagan sentir genial.
Y hasta aquí mi reflexión “consciente” en torno a la frase escogida.
Inconscientemente siempre me llamaron la atención las dedicatorias y
agradecimientos que los músicos y escritores colocan en sus creaciones. Son
como puro sentimiento del artista y me apasiona leerlos en las primeras páginas
de los libros o en las carátulas de los CD´s…
A su vez, pienso que el valor sentimental que "cuatro letras" escritas con corazón imprimen a cualquier pequeño detalle transforma el regalo en sí en inigualable. Y esto también, siempre me encantó.
Ni de lejos dejaría pasar la oportunidad de estrenar este blog sin mi
agradecimiento personal y sincero. Es mi pequeño regalo por estar ahí.
Retomando pues la frase del encabezamiento de esta entrada, a vosotros y para vosotros, mi
pedacito de memoria del corazón…